«Si no tienes un perro para ir a cazar y tienes un gato, pues vas con el gato, porque sólo no puedes ir». Todos recordamos aquella frase de José Mourinho en referencia a Karim Benzema. Esas declaraciones marcaron un antes y un después en la carrera del delantero galo. El gato se hizo mayor. Creció, y se convirtió en un tigre.

Poco queda ya de aquel jugador que llegó con apenas 21 años a la capital. Atrás quedan esas polémicas extradeportivas en las que se veía envuelto con mayor frecuencia de la deseada, aquel jugador al que el Bernabéu pitaba en prácticamente cada partido. Aquel que partía siempre por detrás de Higuaín. Y, más adelante, el miembro débil de la BBC, el delantero centro que no marcaba goles. A sus 34 años, es uno de los líderes del equipo. Es el segundo capitán y en su palmarés lucen 4 Champions League, 3 títulos de Liga, 3 Supercopas de España, 2 Copas del Rey, 3 Supercopas de Europa y 4 Mundiales de Clubes. 

Benzema, el día de su presentación, con Alfredo Di Stefano. | Fuente: Twitter Real Madrid

Ayer amanecía en París y en la memoria de todos quedaba la aciaga noche que se había vivido en Madrid escasas horas antes. El diario L’Equipe ofrecía a sus lectores una portada que resumía muy bien lo que se había vivido en el Bernabéu. «Punis par le Roi». Castigados por el Rey. Y, de fondo, Benzema robándole el balón a Donnaruma.

El Rey. Y es que, la noche de este miércoles pasado, aquel al que L’Equipe denominaba Rey, se consagró, y fue en el Bernabéu, en su Bernabéu, donde entró en la historia del Real Madrid. Con su triplete, el francés se convirtió en el tercer máximo goleador de la historia del club. 309 goles, uno más que Di Stefano, y 14 menos que Raúl. Aún lejos quedan los 451 goles de Cristiano. 

El Real Madrid subió a sus perfiles de Instagram y Twitter esta foto del podio de los máximos goleadores de su historia. | Fuente: Twitter Real Madrid.

Y es que, lo que hizo este miércoles, entrar en este selecto club de jugadores, no está al alcance de cualquiera. Y son actuaciones como las de esa noche las que se quedan grabadas en la retina del aficionado durante mucho tiempo. Hizo suya la famosa frase de Juanito, y 90 minuti en el Bernabéu se le hicieron molto longo a los parisinos. O mejor dicho, 17. Porque fue en tan sólo 17 minutos cuando Karim obró el milagro. Consiguió sacar de quicio a un Al Khelaifi -al que por cierto le podrían caer 15 partidos de suspensión debido al lamentable espectáculo que protagonizó al acabar el partido en el vestuario de los árbitros– que veía con impotencia cómo otro año más, se le escapa su tan ansiada Champions. Esa Champions, por la que, frente a todo pronóstico, el Madrid seguirá luchando y así, Benzema, hoy rey, se pueda proclamar Rey de Reyes.

Autor: Mike Córcoles