El Barça se la ha vuelto a pegar en competición europea, una más que se suma a las de Liverpool, Turín, Roma y una gran nómina de eliminatorias que terminaron con los azulgrana en la calle. A pesar de no ser la Champions League, es un duro golpe para el conjunto de Xavi Hernández. Eso sí, el Man. United firmó una gran segunda mitad en la que consiguieron dar la vuelta al marcador, con dos golazos. Mientras que al FC Barcelona, a pesar de hacer una gran primera parte, salió con la moral baja tras el paso por los vestuarios y eso mismo lo pagaron caro.
Xavi partió de inicio con la alineación esperada, apostó con todo lo que tenía disponible en sus filas. Al no estar ni Pedri ni Gavi, el de Terrassa salió con un centro del campo compuesto por Busquets, De Jong, Kessié y Sergi Roberto (falso extremo). Por lo demás, los habituales se dieron presencia, así como, Lewandowski y Raphinha. Ten Hag tiró de su once tipo, con Rashford como puntal arriba. El neerlandés hizo aquello de no cambiar lo que ya le funcionó la semana pasada en el Camp Nou. La Europa League no permite dar descansos y eso que tanto Barça como Manchester United son de talla Champions. Old Trafford estaba a reventar, una noche europea de estas características siempre promete, además, en una de las catedrales del fútbol.
Once inicial del FC Barcelona | Fuente: FC Barcelona
Arrancó bien para los mancunianos, ese fulgor de las gradas se tradujo en un inicio prometedor por parte local. Tanto es así que, Bruno Fernandes pudo amargar la noche pronto al Barcelona cuando el marcador solo iba por el minuto 2, el internacional con Portugal se quedó delante de Ter Stegen y terminó disparando a puerta, sin embargo, la paró el guardameta culé en última instancia. Seguramente, Xavi había planificado un choque para parar a Rashford, aún así, conseguía participar bastante en el último cuarto. El nerviosismo se apoderó del equipo blaugrana durante el comienzo de partido. Más tarde, Raphinha pisó campo rival para efectuar un disparo que se marcharía por alto. Sin complicaciones para De Gea.
En esto del fútbol nunca se sabe, cuando menos te esperas, acaba llegando. Y sí, porque entre medias de ese dominio red, Balde sacó un penalti más que apetitoso para Lewandowski. Hay que decir que fue propiciado por un agarrón de Bruno Fernandes al joven lateral del Barça, el colegiado no dudó y señaló la pena máxima. ‘Lewan’ se encargó de materializarlo segundos después del primer cuarto de hora. eso sí, De Gea tocó balón pero con suspense el esférico terminó al fondo de las mallas. 0-1 (2-3).
Un gol es este deporte lo es todo, te da lo suficiente como para poder coger aire y dar consistencia a lo logrado. A partir del tanto, el encuentro entró en un estado de adormecimiento, la posesión se la repartían entre españoles y ingleses, pues es obvio que, ahora el Barcelona iba a arriesgar lo más mínimo posible. Balde hacía intentos de contraataque, la zaga movía bola y los jugadores de arriba no dejaban de presionar la salida de balón por parte local. Mientras tanto, a Raphinha se le pudieron contabilizar varios chut desde fuera del área. A pesar de ello, apenas intimidaba al meta toledano.
Paulatinamente, el FC Barcelona impuso su dominio. Ahora sumaban más futbolistas a la hora de atacar de forma posicional, con laterales largos y varia gente por dentro para crear la superioridad. Y el United esperaba agazapado pero con la amenaza de correr hacia puerta catalana, de hecho, lo hizo varias veces, aunque si que es verdad que les faltaría lucidez en la mayoría de acciones, también fruto de la férrea defensa azulgrana.
Justo antes del descanso, De Gea estuvo errático y pudo haber encajado el 0-2, pues le regaló la pelota a Sergi Roberto en el momento de la salida de balón, la presión de los de Xavi surtió efecto. La secuencia fue la siguiente: el de Reus se quedó delante de la portería, se le hizo de noche para el remate y decidió regalársela a Kessié. Sin embargo, éste armó tarde la piernas y el lanzamiento salió repelido a córner por Casemiro. Ahí había estado el segundo. Se añadieron dos pero no pasó nada destacable. La primera parte se etiquetó con superioridad española.
Lewandowski durante el lanzamiento del penalti | Fuente: EFE
Si los blaugranas habían terminado los primeros 45 minutos de grata forma, ni muchos menos arrancaron la segunda enchufados. Los de Ten Hag entraron como auténticos lobos y consiguieron igualar la contienda y la eliminatoria. Tras una mala entrega de Kessié, Rashford encontró con un pase destructor a Fred, el brasileño remató al fondo de la red, Ter Stegen se estiró, pero esta vez no llegó para mandarla fuera. 1-1 (3-3). El gol mancuniano dejó muy tocado a los culés, esos fantasmas del pasado reinaban por la mente de los pupilos de Xavi Hernández.
La agonía ya estaba servida, y la eliminatoria se ponía más que entretenida, sobre todo para el espectador neutral, pues el equipo de la Ciudad Condal sufría y sufría ante el asedio red. Daba la sensación de que el próximo tanto llevaría firma local, ya que la pelota apenas le duraba al Barcelona. Esa síntesis entre equipo más afición estaba dando buenos frutos a los ingleses.
Lucía en el luminoso la hora de partido, y aún ninguno de los técnicos había decidido meter piernas frescas. Hasta que Ten Hag introdujo un doble cambio cerca del 70′. Después de esa expansiva del United, el FC Barcelona dio síntomas de mejora, sobre todo cuando Koundé se sacó un gran testarazo a centro calimétrico de De Jong. No obstante, de nuevo, De Gea voló para mandarla por línea de fondo. Sin duda alguna, fue de las más claras en Old Trafforf.
Por fin… Xavi dio entrada a uno de sus jugadores, sería Ferran en sustitución de Sergi Roberto, el pueblo pedía una marcha más. Se calentó el duelo europeo, aunque en ese juego de polémicas, faltas y acercamientos, terminó llegando el 2-1 en el minuto 73. Una vez más, Raphinha perdió un balón en territorio visitante que aprovechó Bruno para robar, posteriormente el capitán red dibujó un gran pase para que Antony se sacara un disparo providencial desde fuera del área que finiquitó dentro de la portería del alemán. 2-1 (4-3). Old Trafford se venía abajo. Por el contrario, el Barça ya recordaba aquellas derrotas en Liverpool, Roma, Turín y tantas muchas más.
Podía pasar cualquier cosa, pues el partido estaba loco. Sin embargo, los de Ten Hag tenían más peligro en las botas, y el temor blaugrana agrandaba a un conjunto de Manchester que arriesgaba lo mínimo. El colegiado añadió cinco, en los cuales, los mancunianos se defendieron por tierra, mar y aire. El Barcelona lo intentó pero se le agotó el tiempo. Así que, supone una nueva eliminación por parte culé en Europa. La gran segunda parte red hizo sentenciar el choque.
Antony celebrando su tanto | Fuente: EFE
Autor: Mario Peñalver López