Si preguntáramos a un entrenador de los años 90 cuál es la función de un buen lateral la respuesta sería sencilla: defender bien. Más adelante, cada vez más técnicos habrían cambiado su opinión al respecto y los laterales se convertirían en un elemento de desequilibrio más. Los extremos centrarían su posición y la banda se convertiría en suya. Pero en los últimos años la evolución de la posición ha ido más allá. Guardiola o Klopp dejarían de ver defensas o extremos en sus laterales, para convertirlos en centrocampistas. Mientras Cancelo a pierna cambiada acompaña a Rodri en funciones de doble pivote, Alexander-Arnold es el máximo generador de juego de los ‘reds’. Y Xavi, para su Barça, quiere lo mismo. 

Dani Alves y Jordi Alba son probablemente los dos peores jugadores a nivel defensivo para las bandas del Barça, pero su capacidad asociativa también es muy superior a la de sus competidores. Por ello es que Xavi Hernández les pide que, como laterales, sean el motor del equipo. Los dos jugadores centran y retrasan su posición para formar una especie de línea de tres junto a Busquets (imagen de abajo). De esta forma, sin nadie que los presionara, Alba y Alves, contra el Mallorca, podían tejer la circulación del balón por dentro y lanzar a los delanteros con envíos largos.

La posición de Alves y Alba / Fuente: Whoscored

 

Jordi Alba fue el jugador que más pases realizó (133) y Alves el segundo (80). Su posición implicaba que De Jong y Gavi la adelantaran y, así, pudieran liberar de marca a Depay y Ferrán para que trazaran desmarques. Así llegó el 1-0 de Depay que encarrilaría el partido para los blaugranas. El ajuste de Xavi, ya habitual en sus planteamientos, permitió al Barça tener el dominio del partido y de las ocasiones, en un encuentro en el que acabó sufriendo más de la cuenta. 

 

Autor: Jon García Casado