El Liverpool vuelve a recordar al Liverpool. Parece que los «reds» se han acabado de reivindicar. Vuelven a ser ese equipo temido por toda Europa que nos tenía encandilados a todos; por su garra, por su actitud, por todo lo que representa el club y por la filosofía y todo lo que ha logrado Jürgen Klopp con una inversión realmente limitada (en comparación con la mayoría de clubes que conforman el Big Six, e incluso algunos que no están).

 

Y han dado la campanada contra su eterno rival: el Manchester United. Un Manchester United que tan solo había perdido uno de sus últimos once partidos en Premier y que se había metido de lleno con Arsenal y Manchester City en la disputa por llevarse la liga inglesa. Sin duda, este partido ha sido un jarrón de agua fría para ellos. Veremos si se consiguen reponer en los próximos partidos, con el que les enfrenta al Real Betis en Europa League como el más inmediato.

 

El Liverpool está empezando a cosechar una buena racha tras haber completado un mes de enero terrible, con derrotas alarmantes contra Brentford y Brighton por partida doble dando una imagen realmente pobre. Los muchachos de Klopp han vuelto a avivar los fantasmas de la pasada temporada, cuando ganaron 0-5 en Old Trafford y 4-0 en Anfield contra un Man United totalmente diferente al actual. Hoy la realidad es que han vencido a uno de los equipos más en forma de Europa.

 

La sangría de goles empezó en el minuto 43. Cody Gakpo recortó hacia dentro y definió al palo largo con un disparo imposible para David De Gea.

 

Nada más arrancó la segunda parte, en el 47 Darwin Núñez remató un centro del jovencísimo Harvey Eliott que acabó en el segundo tanto del Liverpool.

 

En el 51 volvió a anotar Gakpo. Gran contra en la que Salah, tras hacerle un traje a Lisandro con una finta, puso el pase de gol desde la banda derecha al neerlandés, que definió con una vaselina.

 

El cuarto tanto llegó en el 66 a manos de Mo Salah con otra contra vertical y con un poco de suerte, ya que un pase de Henderson rebotó en McTominay, y este rebote acabó traduciéndose en el pase para que el egipcio convierta la ocasión. Mo Salah lleva seis partidos consecutivos marcando ante los «red devils» en todas las competiciones. Abismal.

 

En el 76 Darwin hizo el quinto con otro remate con la testa que acabó en la escuadra de la portería de De Gea. Imposible para el español.

 

En el 83 volvió a repetir el egipcio con una falta de entendimiento brutal de la defensa mancuniana y Salah no perdonó

 

Y la goleada la cerró Bobby Firmino en el 88, que con un pase filtrado de Salah consiguió colar el balón en la portería tras un tiro al primer palo en el que el arquero del United pudo hacer algo más. Gran despedida para el brasileño, que todo apunta a que es el último «clásico» que jugará.