Los romanos no perdonan en un partido en el que faltó la suerte para los de Imanol Alguacil.
Todo trabajo tiene su recompensa. Y eso mismo se ve reflejado con la eliminatoria de la Real Sociedad ante la Roma en el Olímpico, en los octavos de final de la UEFA Europa League. Una entidad que lleva años y años peleando por momentos como este, construyendo auténticos equipazos y sin tener que pescar demasiados refuerzos por el mundo. La temporada de los de Imanol está siendo espectacular, aunque si que es verdad que en estas últimas semanas los resultados no han acompañado como se deseaba, aún así, hay poco que reprochar al conjunto txuri urdin. Esta tarde en la capital de Italia, tenían por delante a un buen miura. Era un duelo entre dos escuadras que jamás se habían visto las caras en competición europea.
El técnico de Orio se dejó a varios jugadores clave en el tintero, como es el caso de Brais, Oyarzabal y Carlos Fernández, mientras que las novedades estaban en la entrada de Illarramendi en el centro del campo, la bestia noruega, Sorloth, en punta, y Silva algunos metros por detrás de la linea de ataque. Y la Roma… prácticamente con todo, Mourinho sacó el dibujo habitual, pues hace unos días consiguieron la victoria ante la Juventus en la Seria A.
La Real nunca camina sola, solo había que ver la gran cantidad de aficionados españoles desplazados. Por no decir el gran ambiente que lucía en el Estadio Olímpico, pocos asientos quedaron sin personal. Absolutamente espectacular. 70.000 personas se daban cita, de las cuales, más de dos mil eran almas españolas.
Estadio Olímpico de Roma | Fuente: Roma
Tardaron poco los chicos de Mou en pisar campo visitante, ese empuje inicial se lo dieron las gradas. A pesar de esas llegadas sin peligro alguno, el choque se tranquilizó, ahora si que se podía ver mejor el planteamiento. Los txuri urdin con la linea defensiva muy alta y ejerciendo una presión en bloque alto, y los locales bien posicionados e intentando carburar. Silva dispone de magia, a ya nadie sorprende. Por ello, sus compañeros tenían en mente encontrarlo. Al igual que Sorloth, que intentaba bajar todo balón que llegara por su zona.
Cerca del primer cuarto de hora, entró por vez primera en escena una de las perlas del equipo romano, quien si no que Dybala, y lo hizo para efectuar el primero gracias a una conducción en la que rompió lineas, asistió a Abraham para que éste finalmente dibujara un centro de gol a El Shaarawy, no perdonó el extremo italinao. Cabe destacar que en esa jugada, ni Zubeldia ni tampoco Gorosabel estuvieron contundentes, corría el 12′, 1-0.
Poco después, Illarra probó puerta con un disparo lejano de falta, aún así, atrapó de primeras el meta internacional con Portugal. Imanol apenas dejó de dar instrucciones a su zaga, pues seguramente les pedía algo más de atrevimiento para avanzar con balón, algo que es seña de identidad o lo que es lo mismo, ADN. En el minuto 20, Take Kubo apareció por banda derecha de forma desequilibrante para dejar atrás a dos rivales (Pellegrini y Llorente), el japonés culminó la acción individual con un chut sin ángulo que tocó en el poste. Era evidente que las opciones vascas pasaban por las bandas, ya que por dentro, la Roma cerraba con creces.
Poco a poco se iban contabilizando más llegadas txuri urdine, pero faltaba engrasar la maquinaria. No obstante, Remiro, a la hora de sacar la pelota desde atrás, ponía el corazón de muchos en un puño y con las pulsaciones por las nubes, pues en más de una ocasión se durmió, lo que propiciaba que Abraham se quedara cerca de robar. Cosas del nuevo fútbol…
Siendo realistas, ningún equipo se hacia definitivamente con la posesión, amagos sí, pero sobre el papel. La Roma no dejó de buscar a El Shaarawy por banda, de hecho, es uno de los jugadores más diferenciales de la segunda competición europea a nivel de clubes. Por lado visitante, se pudieron ver acciones a balón parado con veneno sobre la portería de Rui Patricio. A pesar de ello, el empate no llegó. Por lo que murieron los primero 45′ con el triunfo provisional romano. Caminaban sendos conjuntos a vestuarios con sensaciones diferentes.
Pugna entre Abraham y Merino durante la primera mitad | Fuente: Real Sociedad
Dio inicio la segunda parte con una baja por parte local, fue la del español, Llorente, pues se lesionó durante el primer tramo, intentó probarse en el tiempo de descanso, pero finalmente dejó que ingresara Kumbulla en su lugar. Arrancó mucho mejor la Real Sociedad, tanto es así que la pelota tenía color txuri urdin, sin embargo, la zaga de los romanos seguía firme e impoluta, sin ceder ni un ápice a los pupilos de Imanol Alguacil. El marcador no cambiaba, 1-0.
A cuatro minutos de la hora de choque, se tuvo que parar el partido por un tremendo choque cabeza contra cabeza entre Pellegrini y Zubeldia. El que peor parado salió fue el atacante local, de hecho, se marchó sustituido por ls gran brecha. Aprovechando el cambio del dolido, Mourinho decidió por dar entrada a tres nuevos futbolistas (Belotti, Wijnaldum y Spinazzola). La mayoría eran algo más conservadores para aguantar el resultado desde la solidez defensiva.
El juego de la Real Sociedad iba de forma ascendente, cada minuto que pasaba, daba la sensación de que el porcentaje de amenaza de gol subía. Imanol no podía aguantar más para transformar el primer movimiento, además, se trataba de Oyarzabal, casi nada. Anteriormente, Belotti se sacó de la chistera un disparo que tocó en el palo de Remiro, cuando justo corría en 67′. El encuentro comenzaba a calentarse, no hacía falta ser científico para saber lo que había en juego.
A falta de un cuarto de hora para el final, entrarían Brais y Cho en detrimento de Illarramendi y Kubo. El gol no se avistaba en el horizonte y el tiempo corría en contra española. Si alguien tenía las piernas frescas, sin duda alguna, era el caso de Cho, recién ingresado al verde de una de las catedrales del fútbol mundial. Esa ocasión clara que se pedía llegó, y es que, Merino pudo igualar la contiende si no hubiera sido por un remate mezquino a centro calimétrico de Brais. El español se encontraba a bocajarro para materializar, sin embargo, impactó mal la bola, y se le marchó fuera. Clarísima.
El fútbol en muchas ocasiones es muy injusto, y lo fue para la Real en la noche de hoy, pues Spinazzola efectuó el 2-0 con la testa en el 86′, fruto de una desconexión de la zaga txuri urdin, quedaron totalmente atónitos. Ya saben… esto es Europa y aquí nadie perdona, y menos si cabe un equipo como la Roma de Mou. La herida dolía, así que los de Imanol no quisieron arriesgar para que el resultado quedara tal cual. Todo se decidirá en el Reale Arena dentro de una semana. Resultado abultado.
Afición de la Real Sociedad | Fuente: Real Sociedad
Autor: Mario Peñalver López
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