El esloveno gana en Cauterest-Cambasque en solitario, después de una etapa épica

Todos los espectadores y analistas del ciclismo quedaron fascinados en las duras rampas de Marie Blanque, donde Vingegard se erigía como máximo favorito a la victoria final. Este escenario hacía presagiar el temor  de que la carrera quedase definida a su paso por los Pirineos con un nuevo ataque del danés, pero Tadej Pogacar tenía otros planes.

La segunda  etapa en los Pirineos  propiciaba 144 kilómetros con el Tourmalet y Cambasque como platos fuertes. Los corredores tomaban la salida sobre las 13.00 horas y desde el primer momento se fue a mil por hora. Wout Van Aert, el corredor más combativo hasta la fecha, daba el pistoletazo de salida a los ataques para componer la fuga del día. La lucha por la cabeza de carrera fue fulgurante y se conformó con hasta 26 corredores que soñaban con conseguir la victoria de etapa. Todos menos Powless, quien recuperó el mallot de la montaña tras pasar en primer lugar por los primeros puertos del día.

Tourmalet juez de la carrera

Restaba la mitad de la jornada, cuando los corredores arrancaban el mítico Tourmalet, donde los más grandes han escrito su nombre. Como Miguel Induráin, ganador de cinco Tours, quien recuperó un minuto a Rominger en la bajada del 1993.Vistos los precedentes, los corredores no desaprovecharon esta subida, que una vez más fue decisiva. Si el día anterior había sido el UAE el equipo que controlase la carrera, hoy era el turno del Jumbo, que endureció la carrera desde las faldas del Tourmalet. El cambio de ritmo de Kelderman y Kuss hacían presagiar el ataque de Vingegard, que llegó a cuatro de coronar. La aceleración destrozó el grupo ,marchando por delante los dos grandes favoritos con Kuss como invitado, quien se quedó en el camino.

Pogacar , Kuss y Vingegard en el Tourmalet Fuente: Agencia EFE

Con las cartas encima de la mesa, los dos patrones de la carrera coronaron el Tourmalet en busca de los fugados, donde ya esperaba Van Aert para apoyar a su jefe de filas en el valle. Los supervivientes de la fuga, resistieron el ritmo y consiguieron llegar con vida a la zona dura de Cauterest-Cambasque, último puerto del día, donde se decidió la carrera. Pogacar aceleró el ritmo y con un fuerte ataque consiguió dejar a Vingegard en la estacada y se marchó hacía la meta a por la victoria. Vingegard aunque recoge el amarillo sufre un golpe de moral , ya que «Tadeo» le había devuelto la moneda.

Con el final de  la etapa , la carrera sale viva con dos aspirantes muy diferenciados, Jonas Vingegard y Tadej Pogacar , que lucharan por el Tour de Francia, mientras que el resto de favoritos se tendrán que contentar con colarse en la foto final de París.