No hace tanto del “es lo que hay”. Del doble 3-0 ante el Bayern, pero también el Benfica. De las derrotas ante Betis, Rayo, Atlético. No hace tanto, el Barça dejaba escapar infinidad de puntos ante rivales de menor entidad y, lo que es peor, no competía ante los grandes. Pero, tras pocos meses, el panorama ha cambiado por completo. Ya no está Koeman, ahora está Xavi. En los puestos de Abde y Jutglà, ahora el Barça cuenta con jugadores de primera categoría como Ferrán o Aubameyang. Pero, lo más determinante de todo es que, en su centro del campo, Xavi tiene a un pequeño mago que convierte en oro todo lo que toca. Sus presiones se transforman en recuperaciones, sus pases en asistencias y sus goles en victorias. Tras el Galatasaray, Pedri suma al Sevilla entre sus víctimas, para darle a su equipo la segunda plaza de la liga; veremos si de forma definitiva.
La victoria culé ante el Sevilla no es casualidad, es más bien causalidad. Los de Xavi han ido cogiendo carrerilla para llegar a este tramo de la temporada en su punto más álgido de aceleración y ser, así, uno de los equipos más en forma de Europa. El partido no fue, ni mucho menos, fácil. Lopetegui tenía bien estudiado a su rival y pudo encontrar siempre la manera de salir de la presión blaugrana, en combinación o jugando en largo sobre Martial y Ocampos. Así, los culés nunca podían recuperar en campo contrario y, con el equipo más largo, los de Lopetegui fueron capaces de crear peligro. También lo generó el Barcelona, a través de centros muy peligrosos de un Dembele que salió ovacionado del templo culé. Pero, quien definió el partido fue Pedri, con otro golazo tras dos recortes que definió cruzado desde la frontal del área.
Con Xavi, Pedri y los fichajes como principales responsables, el Barça se encuentra en otra magnitud competitiva, donde la victoria es rutina. Una situación que, meses atrás, parecía inalcanzable y que, ahora, representa la nueva normalidad para Xavi. Por desgracia para los culés, Pedri, Xavi y los fichajes han llegado tarde y el barco de la Champions y la Liga ya ha zarpado. Mientrastanto, el Barça deberá competir hasta el final y esperar a que el barco zarpe de nuevo. Y, entonces, no lo puede dejar escapar.
Autor: Jon García Casado
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